Y si no puedes hacer tu vida como la quieres,
en esto esfuérzate al menos
cuanto puedas: no la envilezcas
en el contacto excesivo con la gente,
en demasiados trajines y conversaciones.
No la envilezcas llevándola,
trayéndola a menudo y exponiéndola
a la torpeza cotidiana
de las compañías y las relaciones,
hasta que llegue a ser pesada como una extraña.
Uno de mis poemas preferidos, si se puede decir que hay algún poema que sobresalga sobre la belleza de la poesía toda...
ResponEliminaGracias, es importante escucharlo de vez en cuando.